miércoles, 30 de diciembre de 2009

domingo, 27 de diciembre de 2009

jueves, 24 de diciembre de 2009

Santa's coming to town























Feliz Navidad para todos!

miércoles, 23 de diciembre de 2009









El Teatro Colon, desde adentro




Entre las salas excepcionales por su acústica, sin duda el Teatro Colón figura en un lugar sobresaliente. Basta consultar a los músicos y melómanos que hayan podido comparar su acústica con la de otros auditorios y teatros líricos.Esto sumado a la belleza material y la artesanalidad de su construccion, inpensable de llevar a cabo en un mundo tan dinamico en el que la economia de recursos y la velocidad de ejecucion juegan un rol fundamental en todo proceso constructivo. En este contexto, el colon iba muriendo, de a poco, las sucesivas malas restauraciones y mantenimiento barato no eran suficiente para semejante obra arquitectonica de valor cultural incalculable. Fue asi que fue haciendose necesaria una obra de restauracion acorde y a tiempo. En esta ocasion mas que especial ( La llegada del bicentenario) el asesor de restauracion es ni mas ni menos que el Arq. Eduardo Scagliotti, conocido seguramente por muchas personas que lean esta nota. Se cuentan entre sus obras: Plan Director Iglesia de San Ignacio de Loyola, Edificio Kavanagh, Marriott Plaza Hotel, Centro Naval, Torre Mihanovich Bencich, Residencia Alzaga Unzué y Catedral de la Plata, entre otras. La fecha de finalizacion de obras es el 31 de diciembre de 2009, dentro de muy poco.
A continuacion algo de historia y un video de la Arq. Myriam Ferreyra, otra de las asesoras de la restauracion que nos muestra el colon, como dice el titulo de este post, desde adentro.

Historia del Edificio del Teatro Colón
Por Arq. Gustavo Brandariz

Fue un día de fiesta aquel 25 de mayo de 1910. Hacía dos años que el gran teatro de ópera de Buenos Aires había abierto sus puertas, después de dieciocho años de construcción, aunque todavía faltaba bastante para que las obras se terminaran. Ahora la ciudad, el país y todos los países hermanos celebraban el primer Centenario de la Argentina. Y la velada de gala era en el Teatro Colón. Había motivos para festejar.

Cien años atrás, en el edificio colonial del Cabildo, una Primera Junta de gobierno independiente se había hecho cargo de la incipiente nación: era la Revolución de Mayo. Todo era futuro. En 1853, el país tuvo una Constitución, y en los años siguientes, Buenos Aires empezó a levantar sus primeros grandes edificios monumentales. Un grupo de emprendedores, entusiasmados con el avance cultural de la ciudad, hizo construir un primer teatro de ópera y, como el de Montevideo se llamaba Solís, Bartolomé Mitre propuso que el de Buenos Aires se llamara Colón. Pero la empresa no pudo sostenerse.

Aquel primer Teatro Colón, ubicado frente a la Plaza de Mayo y diseñado por Carlos Enrique Pellegrini, pasó a propiedad municipal, aunque el violinista y empresario teatral Angelo Ferrari siguió trayendo cantantes líricos y músicos, ahora para la Municipalidad. Pero tampoco pudo ser por mucho tiempo.

En 1880, después de décadas de discusiones y batallas, Buenos Aires pasó a ser legalmente Capital de la Nación, y poco después Torcuato de Alvear se convirtió en el primer Intendente Municipal de la Ciudad. Buenos Aires crecía, soñaba, dejaba de ser apenas una "gran aldea" y se abría a todas las mujeres y los hombres que quisieran habitar esta patria de libertad y progreso. Sólo Chicago crecía a mayor velocidad. En 1886 el Intendente Alvear volvió a pensar en un gran teatro de ópera, al nivel de la ciudad que Buenos Aires quería ser. El nuevo Teatro Colón sería el más grande del mundo, pero también el mejor.

Como la Intendencia tenía grandes ilusiones pero no grandes capitales, en 1889 se hizo una licitación: quien la ganara haría el teatro a su costa en un terreno municipal, y tendría la concesión por muchos años. Angelo Ferrari, el músico empresario, encargó un gran diseño al experimentado arquitecto Francesco Tamburini y ganó la licitación. El 25 de mayo de 1890 se colocó la piedra fundamental, y la obra empezó con todo entusiasmo. La emoción era indescriptible.

Pero nada fue fácil: construir un país pide grandes ideales y grandes capacidades, pero también grandes esfuerzos y enormes sacrificios. En julio de 1890 la crisis económica y política del país sorprendió también a Tamburini y él, que había proyectado el mejor teatro del mundo, no llegó a ver los muros más altos que un primer piso. Desde diciembre de 1890 hasta junio de 1904 quedó al frente de la obra el arquitecto Vittorio Meano, colaborador de Tamburini, muy joven y muy imaginativo. Hubo marchas y contramarchas pero, de a poco, el proyecto se desarrolló y el edificio ganó altura y fue completándose.

Los periodistas y los historiadores se han dedicado a hacer muchas conjeturas acerca de por qué Meano fue asesinado. ¿Crimen pasional? ¿Conflictos de intereses? Si algo faltaba a la historia del Colón era un asesinato novelesco. Pero la obra tenía que seguir y quien se hizo cargo, honorariamente, fue el arquitecto Jules Dormal. Fue él quien dirigió la terminación del Colón, con sus riquísimos mármoles, estucos, bronces y espejos. ¿Afrancesó al Colón? Tamburini lo había diseñado como una gran obra de arte arquitectónico italiano. Pero un teatro de ópera no es una escultura sino un edificio: una obra de arte y una máquina. Tamburini había imaginado un teatro de ópera en toda su complejidad: una hermosa sala para un espectáculo deslumbrante, una maquinaria para que la representación fuera posible, un foyer para que el ritual tuviera la calidad necesaria. Meano desarrolló la idea sumándole nueva imaginación, y a Dormal le cupo terminar el edificio con los materiales y detalles al tono. No faltan quienes, ignorando la técnica, suponen que fue magia.

Pero el Colón no es arte de magia, sino de inspiración de ciencia y de trabajo. Con Tamburini, Meano y Dormal trabajaron muchos ingenieros, escultores, pintores, artistas textiles, artesanos y obreros de altísimo nivel. Los nombres de Domingo Selva, E. Laurel y A. de Ortúzar (ingenieros diseñadores y calculistas de las estructuras), José María Calaza (el erudito jefe de bomberos y asesor en materia de seguridad contra incendios), Luis Trinchero (el escultor), Pellizzari y Armellini (los empresarios constructores), Jorge Newbery (el ingeniero electricista, alumno de Edison), Carlos Maschwitz (el ingeniero experto en calefacción) y muchos más, no debieran omitirse. Hubo profesionales, artistas, artesanos, proveedores, fabricantes, obreros. Marcel Jambon envió desde París los textiles más importantes. El Colón fue una obra colectiva: el producto de una ciudad emprendedora y seria, capaz de soñar milagros y realizarlos.

Cada salón, cada detalles, cada dispositivo, todos los mármoles, bronces y textiles, cada color y cada lámpara, fueron cuidadamente estudiados, diseñados, controlados y colocados.

La vida artística del Teatro Colón se inauguró aquel 25 de mayo de 1908. Para el Centenario lució con todas sus galas. Pocos años después, su excepcional calidad acústica y el nivel de sus espectáculos deslumbraban no sólo al público local sino también a los artistas más notables del mundo, que venían ansiosos a Buenos Aires para ofrecer ópera, música y ballet a un público que sabían exigente, pero capaz de apreciar con justicia y exquisita sensibilidad los méritos y los esfuerzos.

Tanto creció el Colón que en la década del 30 fue conveniente ampliarlo, y grandes talleres y salas de ensayo se construyeron en forma subterránea bajo la plaza que llega hasta la calle Viamonte. El Colón se convirtió también en una usina, y las artesanías les dieron forma a sus talleres de escenografía, sastrería, zapatería y tantos más. Y el Colón se convirtió también en una escuela, en donde cientos de nuevos artistas se formaron en su refinamiento proverbial.

Pero no resultó suficiente: a fines de la década del 60, una nueva ampliación subterránea, esta vez hacia la Avenida 9 de Julio, fue proyectada y dirigida por el estudio del arquitecto Mario Roberto Alvarez y Asociados: el Colón se volvió una ciudad. Su prestigio, ilimitado.

Los años pasan y los edificios requieren sus cuidados. Al entrar en el siglo XXI, el Colón necesitaba una gran limpieza, una gran renovación tecnológica y una gran restauración. Había demasiados sistemas obsoletos, demasiados deterioros, demasiados cables sueltos y equipos que funcionaban mal. Había un enorme riesgo de incendio y un considerable empobrecimiento de la funcionalidad. El venerable Colón se había vuelto achacoso. Algo había que hacer. Lo más importante era evitar los peores riesgos. Lo más necesario, preservar la excepcional acústica. Lo imprescindible, dotar al Colón de los sistemas digitales del siglo XXI. Lo inexcusable, restaurar fielmente su belleza y calidad.

El Colón entró en obra para iniciar su segundo siglo de vida con la plenitud de sus energías. Para que la ópera, la música y el ballet sigan teniendo en la Ciudad la mejor casa del mundo.

Porque Buenos Aires sigue soñando con lo mejor. Y es nuestra responsabilidad lograrlo. No para pocos, sino para todos. Porque todos tenemos derecho a la maravilla del Teatro Colón.





miércoles, 16 de diciembre de 2009

martes, 15 de diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009

viernes, 11 de diciembre de 2009

Lo nuevo de Vampire Weekend













transgresion visual, shock emocional...


martes, 8 de diciembre de 2009

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Nuevo Single de Lucky elephant, excelente video...







The more I hear it, The more I like it







lunes, 30 de noviembre de 2009

Arquitectura + Color

Uso del color como parte de un lenguaje intencionado, expresivo y adecuado a la idea y al material.

Espacio:



Operaciones:

sábado, 28 de noviembre de 2009





No sabia que habia una banda que se llamaba como la bauhaus, y hacia covers de david bowie...





martes, 24 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Maqueteo... lluvia , y bueno, uno se pone melancolico

















pero bueno.. levantemos un poco, porque a pesar de que sea miercoles, y que llueva, todos los dias son como el domingo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

jueves, 12 de noviembre de 2009

miércoles, 11 de noviembre de 2009

lunes, 2 de noviembre de 2009

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